Un inicio accidentado

Confieso que empecé el día con frustración. La gamificación es un tema que me apasiona, y llevaba semanas esperando este curso. Sin embargo, la vida a veces tiene otros planes: reuniones inesperadas, tareas urgentes y un horario que se resintió.

Lo mejor de tener una mente inquieta es que, por mucho que el día se complique, la curiosidad siempre gana. No hay obstáculo que me haga desistir cuando algo me entusiasma.

Así que, aunque este primer día no fue el ideal, sé que las próximas sesiones serán increíbles. Tengo muchas ganas de profundizar, experimentar y, sobre todo, disfrutar del proceso de aprendizaje.

¡Qué comience la aventura!